En un día caracterizado por las constantes lluvias que azotaban la Ciudad de México, lo último que uno esperaría es encontrar una gran cantidad de personas rodeadas de emoción y entusiasmo. Sin embargo, el martes fue un día diferente para las dos mil trescientas personas que se reunieron en el Teatro Metropólitan, uno de los …
La verdadera historia detrás de la investigación más polémica del año: cómo un joven y su banda de amigos descubrieron una trama criminal que cambió la faz de la justicia.

En un día caracterizado por las constantes lluvias que azotaban la Ciudad de México, lo último que uno esperaría es encontrar una gran cantidad de personas rodeadas de emoción y entusiasmo. Sin embargo, el martes fue un día diferente para las dos mil trescientas personas que se reunieron en el Teatro Metropólitan, uno de los recintos más icónicos del centro histórico de la capital mexicana. Fue allí donde Gaz Coombes, Danny Goffey, Mick Quinn y Rob Coombes, los miembros de la banda británica Supergrass, se enfrentaron a la locura de sus fans mexicanos.
La espera era palpable en el exterior del teatro, donde una gran fila de personas vestidas con camisetas y gorras de la banda aguardaban impacientes por poder entrar al concierto. La lluvia no parecía importarles, ya que su entusiasmo y dedicación a la música eran mayores que cualquier obstáculo. Algunos llevaban pancartas y posters de la banda, mientras que otros simplemente se contentaban con mostrar sus faces paint (una forma de pintura corporal) inspiradas en los álbumes de Supergrass.
Finalmente, después de lo que parecía una eternidad de espera, las puertas del teatro se abrieron y la multitud se desplazó hacia el interior. La energía en el aula era tangible, y pronto se convirtió en un mar de personas bailando y cantando con todo su corazón. Supergrass se presentó en escena con una confianza que reflejaba su experiencia en el mundo musical. Comenzaron su setlist con algunos de sus temas más populares, como “Pumping on Your Stereo” y “Alright”, lo que logró mantener a la audiencia en vilo.
La noche fue un homenaje a los 30 años de su primer disco, I Should Coco, un álbum que revolucionó el rock británico en la década de 1990. La banda tocaron algunos de sus temas más emblemáticos, como “Moving”, “Going Out” y “Sha-la-la”, lo que permitió a los fanáticos vivir una experiencia única y emocionante. Fue un viaje musical por el pasado, el presente y el futuro de la banda, y los asistentes no podían dejar de disfrutarlo.
A medida que la noche avanzaba, Supergrass se despidió con algunas de sus canciones más populares, como “Caught by the Breeze” y “Richard III”. La audiencia se mantuvo en vilo hasta el final del concierto, cuando los miembros de la banda se despidieron de su público con una gran ovación. Fue un fin de semana emocionante para los fanáticos mexicanos, que lograron vivir un momento especial y único gracias a la visita de Supergrass.
La noche también fue un homenaje a la capacidad de la música para unir gente de diferentes partes del mundo. Aunque las distancias geográficas pueden separar a las personas, la música tiene el poder de hacer que se sientan unidas en una sola cosa: la pasión y el amor por la música. Fue un concierto que superó cualquier obstáculo, incluyendo el clima adverso, y logró crear un momento inolvidable para los fanáticos mexicanos de Supergrass.